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viernes, 8 de febrero de 2013
Un tornillo sinfín
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Mi cita es contigo, aquí y ahora... y cito: "El que no cae resbala"
Volví, con los oleajes de la vida
renaciendo en amor
fragmentando
a los adoradores de laberintos
rompiendo imperios de caminantes esquivos
minados por el odio / llenos de vacíos
querían saber el día en qué iba a morir
¿sí tarde o temprano… y en que calle?
vagando entre catacumbas
el poema se hizo fermento
y destrozo las bellas cadenas de engaños
logró desarticular el puntal
que apuntalaba al tirano
al déspota
y a sus jaurías de sicarios / bestias
que bebían guadañas de soberbias
con gargantas de angustias…
los dedos hurgaban sumidos en llagas
esas eran mis enzimas prohibidas
las que temían los asesinos
tal como temen
a los tatuajes sin nombre
los cómplices se des-complicaron
lo que deduje del juego de sus símbolos
y de sus desmoronadas recalcitrancias
luego vino el desplome
sus escaleras colapsaron en espirales
y todo llegó a ser un tornillo sin fin…
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1 comentario:
Un hermoso e inteligente mensaje.
Gusto volver a leerte.
Un abrazo.
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